Las TIC en Enfermería
En el campo de la Sanidad, las modificaciones han sido evidentes. Las TIC se utilizan de tantas y de tan diferentes formas que no hay ningún aspecto o servicio que quede fuera de su influencia: Desde la planificación sanitaria y modernización de hospitales para alcanzar auténticos hospitales 2.0, hasta la historia clínica electrónica, la teleasistencia y la cita previa electrónica, teniendo en cuenta la gestión de la seguridad de los sistemas y la protección de los datos de los ciudadanos.2 Tanto es así, que ha surgido el nuevo término "eSalud" para referirse a la aplicación de las TIC en el ámbito de la salud, impulsado por la industria de las tecnologías de la información y la comunicación y sus departamentos de marketing, en el contexto de la proliferación de la "e" en muchas actividades relacionadas con el comercio electrónico.4
Por tanto, las TIC se han revelado como instrumentos que refuerzan, ayudan y mejoran el actual modelo sanitario y son los enfermeros los que ha comenzado a hacer uso de ellas a fin de garantizar la atención, cobertura y continuidad de los cuidados, mejorar los procesos de comunicación y lograr adecuar los recursos sanitarios disponibles a las demandas existentes.5 Además, han supuesto una mejora en la en la forma en que nos informamos, nos relacionamos, y participamos, y en cómo pacientes y profesionales nos acercamos a fuentes de información en salud.6
Pero esto también ha sido posible gracias al proceso de profesionalización que ha tenido la Enfermería en las últimas décadas. Esta profesión ha evolucionado junto con la sociedad desde sus orígenes. La concepción tradicional que ha considerado primero a la mujer como cuidadora y luego a la enfermera como profesional auxiliar de la Medicina ha ido cambiando, sobre todo a partir de los años ochenta del siglo XX, cuando sus conocimientos se hacen universitarios, y de una asistencia centrada en la enfermedad, con contenido básicamente práctico, se ha pasado a ejercer una profesión orientada hacia la salud entendida desde una concepción más amplia.7 La actividad ya no está al servicio del médico sino que está centrada en las personas, estén sanas o enfermas. Otros campos como la docencia, la gestión y la investigación son también aspectos que han ampliado la responsabilidad profesional, por lo que se ha recorrido un largo camino desde el conocimiento práctico de las técnicas hasta el conocimiento científico.7
El enfermero del siglo XXI ha desarrollado nuevos conocimientos, proporcionados por su formación, y ha de adquirir las habilidades necesarias para ejercer su labor dentro de los nuevos campos de actividad profesional, donde se han integrado ya las TIC, que se presentan como una gran oportunidad de desarrollo, porque se puede dar una atención y unos cuidados más personalizados al reducir el tiempo invertido en los procesos administrativos y también conseguir una mayor continuidad asistencial entre los niveles implicados en los cuidados.8
La Enfermería como profesión integra la atención que se presta a las personas de todas las edades, familias, grupos y comunidades, enfermos o sanos, en todos los contextos, e incluye la promoción de la salud, la prevención de la enfermedad y los cuidados de las personas enfermas y discapacitadas,9 lo que se puede realizar a través de cuatro funciones diferentes: gestión, docencia, investigación y cuidado. En cualquiera de ellas pueden aplicarse las TIC.10
En su rol docente, el enfermero deberá saber utilizar los instrumentos necesarios para facilitar el aprendizaje de sus pacientes en hábitos y actitudes saludables por un lado y de los nuevos profesionales en las universidades por otro. Para ello, tendrá a su disposición campus virtuales, pizarras electrónicas, videoconferencias, robótica para simulación clínica, software diverso, etc. Incluso, Ibañez Masero habla en su trabajo sobre la utilización del blog como herramienta motivadora del aprendizaje para alumnos universitarios11 y la formación continua on-line se puede utilizar para apoyar el aprendizaje de los propios docentes.12
Cuando realice funciones de gestión, el enfermero deberá llevar el control de pacientes, calidad asistencial, consumo de material, control del gasto o de la plantilla de personal entre otros, trabajos que realizará de manera más eficiente y rápida con ayuda de las TIC.5
En su función investigadora, necesita conocer y saber manejar los recursos a su disposición para indagar y adquirir nuevos conceptos que permitan desarrollar, evaluar y difundir el conocimiento de Enfermería y, de esta manera, intervenir oportunamente y ser competitivos en los diferentes niveles de atención en el campo de la práctica clínica, la gestión y la enseñanza.13 Para ello, el enfermero cuenta con fuentes primarias y secundarias de información: redes de blogs, revistas científicas, gestores de referencias online y etiquetado social, open data (información científica de código abierto, de disposición pública), redes sociales, audio y vídeo-ciencia, etc.14
Y por último, en su función asistencial, tiene que manejar la historia clínica electrónica y otros medios tecnológicos que favorecen la labor del enfermero, ofreciendo cuidado y control a distancia, integrados en los conceptos de teleenfermeria, teleasistencia o teleconsulta.15
En definitiva, se habla ya del concepto de Enfermería Informática, que es la disciplina que enlaza la Enfermería, la Informática y las Tecnologías de la Información. En 1994 fue definida por la ANA (American Nursing Association) como "la especialidad que integra la ciencia de Enfermería, las ciencias de la computación y de la información, en la identificación, colección, procesamiento y manejo de datos y de información para el apoyo de la práctica de la Enfermería, la administración, la educación, la investigación y el desarrollo del conocimiento en Enfermería".10
El enfermero y el uso de las TIC
Pero, a pesar de que no es posible pensar en una profesión enfermera desligada del avance de las TIC, el logro de las competencias básicas para su uso es aún una deuda de los profesionales enfermeros,1 que deben adquirir lo que se conoce como "alfabetización digital" o "alfabetización informacional".
Las personas alfabetizadas son aquellas que han aprendido cómo aprender y saben cómo está organizado el conocimiento, cómo encontrar información y cómo utilizarla.16 El aprendizaje es un proceso que debe ir construyendo cada persona, usando la técnica y la tecnología como un recurso de trabajo y material de apoyo para el ejercicio de la profesión y resolviendo los problemas que se le presenten. Si además los conocimientos recibidos se vuelven caducos, el mismo profesional de la salud debe poseer las herramientas cognitivas y habilidades necesarias para su pronta actualización.17
Se ha producido entonces un giro en el concepto de alfabetización y aprendizaje, extendiendo su campo de aplicación en la era digital para pasar a significar la capacidad para utilizar las TIC y aumentar la información, cualquiera que sea el formato en el que esta se presenta.18 Por ello, las personas deben adquirir unas competencias personales, sociales y profesionales que son imprescindibles, con lo que esta nueva revolución puede significar un cambio en el modelo de nuestra profesión.19 La informática en Enfermería es una competencia básica para los profesionales de la salud en general y de los enfermeros en particular para el siglo XXI.
La falta de formación tecnológica existente en los profesionales de una cierta edad es una dificultad que tiene que desaparecer en las nuevas generaciones de enfermeras debido a que se puede decir que ya tenemos, a nivel de la educación básica, "niños informatizados", como antes tuvimos "niños televisivos", es decir, niños que nacieron y crecieron sabiendo que esa tecnología estaba instalada en la sociedad. Y es que no es lo mismo ver llegar una tecnología que nacer con ella ya instalada.20
Además, los planes de estudio para a la obtención de los títulos de Grado en Enfermería tienen como requisito legal la inclusión de la competencia "aplicar las tecnologías y sistemas de información y comunicación de los cuidados de salud", dentro del módulo de formación básica común.21 Pero los profesionales que acabaron su carrera hace más de 15 o 20 años no sólo no tenían, en su época de estudiante, asignaturas relacionadas con la informática en sus planes de estudio, sino que además no había el desarrollo tecnológico actual, por lo que pertenecen a la generación que "vio llegar esa tecnología", recibiéndola con la sorpresa y el asombro de no saber si "eso" iba a ser objeto de curiosidad o de necesidad y que ahora se ven en la obligación de aprender a manejar.20
Sin embargo, a pesar de que las Facultades de Enfermería ya han introducido el concepto de nuevas tecnologías como asignatura curricular en sus planes de estudio, mayoritariamente se centran en un aspecto tan concreto como es la informática (habilidades elementales sobre sistemas operativos y uso de programas de ofimática)22 y no se hace hincapié en la alfabetización informática, a pesar de que tanto esta como la alfabetización informacional se consideran fundamentales, y se espera que los estudiantes adquieran estos conocimientos por lo que algunos autores llaman la "técnica de ósmosis".23
Por ello, resulta urgente la inclusión de los conocimientos tecnológicos en la formación continuada de los enfermeros, sobre todo en la de los que "vieron llegar la tecnología". La adquisición de las debidas competencias digitales e informacionales, les permitirá establecer una comunicación eficiente con sus pacientes y compañeros de trabajo, realizar procedimientos enfermeros a través de las TIC y abordar los sistemas de información en la práctica enfermera.24
A pesar de esto, los profesionales de Enfermería no se forman en las nuevas tecnologías por falta de tiempo, por los turnos de trabajo, por motivos familiares o por falta de interés. Esto dificulta la posible formación continuada y supone una sobrecarga de trabajo provocada por la aplicación de TIC sin formación previa.19